Washington, D.C.

Voy un poco retrasado añadiendo material al blog. Afortunadamente, se debe a que estoy bastante ocupado montando el laboratorio donde voy a realizar mi trabajo (¡gracias Aurelio!). En el país del individualismo y el capitalismo salvaje, apenas recién llegado me han cedido un pequeño laboratorio y un montón de equipo (un microscopio, una centrífuga, consumibles, reactivos, etc.).

Sobre este tema hablaré otro día. Hoy voy a ver si puedo meter algo de mi visita a Washington (primera parada en mi periplo).

Sí, lo que hay al fondo es el Washington Monument. Recién llegado a la capital del Imperio, en la terraza del Washington Hotel.

Esta me la tenía que hacer... el típico camión de bomberos americano, con banderitas y todo.

Casi todo Washington es así, como una gran zona residencial (ningún edificio puede ser más alto que el Capitolio), árboles y jardines por todas partes. Muchas casas tienen su jardincito enfrente, con su césped, arbustos, parterres, flores. Uno se pregunta si esto sería posible en España, donde una planta tiene pocas probabilidades de sobrevivir en plena calle, sin importar su porte. Algunos de los árboles de Washington son realmente grandes, con raíces prominentes que amenazan abrir la acera; pero aquí se soluciona adaptando ésta al árbol, no arrancándolo.

Al fondo, el Capitolio, la sede de las dos cámaras del Congreso de los U.S.A.

El Washington Monument y la celebración del 5 de mayo. El poder latino en el Imperio.

Al fondo, el Jefferson Memorial.

Roosevelt Memorial.

Aurelio con su amigo Franklin.

Primer plano, yo; segundo plano, el National WWII Memorial; al fondo, el Lincoln Memorial.


Hicimos una visita rápida al Museo Nacional de Historia Natural. Forma parte de la Smithsonian Institution, en la que trabaja Aurelio.

¡The White House!